viernes, 31 de julio de 2009

Palabras sobre Historia Local

Les reitero que es para la comunidad de la Universidad de Margarita motivo de inmensa alegría y de beneplácito poder contar con su presencia.

Hoy quisiera comentar algunas ideas sobre Historia local.

La expresión Historia local, sobre todo cuando se la pronuncia entre historiadores, parece diáfana y clara; pero cuando pretendemos acordar lo entendido surgen interrogantes vinculados a: la comprensión de la expresión como se enuncia y a los significados que pueden asignarse a cada una de las palabras que la componen.

Resulta evidente que es indispensable una reflexión sobre lo local para que ella contribuya a dar claridad sobre: qué se entiende por “historia local” (acontecimientos) y qué como “Historia local” (la disciplina).

Es necesario averiguar lo local para determinar luego cuales acontecimientos o hechos consideramos locales; y, cuales las características de la disciplina que de ellos se ocupa.

Otro elemento que se debe tener en cuenta es el que, sin dejar de lado la reflexión sobre los acontecimientos, el imperativo inmediato es la disciplina, recordando que, la forma de hacer historia a que aquí nos referimos con el nombre de Historia local, en la práctica disciplinar, cobija varias maneras de considerar lo acontecido en comunidades o núcleos específicos de análisis, preocupándose por cualquier actividad humana, recuperando simultáneamente el análisis y la narrativa, llamando la atención sobre la cultura popular, dando lugar a una historia donde quepan tanto los movimientos colectivos como las acciones individuales y tanto las tendencias como los acontecimientos.

Dicho de otra manera, lo local es lo que da sitio, sitúa a un hombre o a un grupo humano, pero como ese situarse es en sí un proceso de construcción y cambio permanente, es un angustioso gestarse histórico social con manifestaciones de construcción de prácticas económicas, políticas y culturales que le dan identidad y lugar frente a otras comunidades, tanto diseñando su espacio y ejerciendo territorialidad como organizándose en sociedad y produciendo una forma de vida, una percepción del mundo, una cultura.

Quizá lo que hoy están buscando las localidades, de mayor conciencia histórica, sea el reconocimiento del significado de sí mismas para sí y frente a un mundo que procura desdibujarlas en la globalidad.

En este sentido, lo local y la localidad, en la medida en que son sitio de lo situado, no necesariamente serán un lugar geográfico determinado, aunque no excluye el significado tradicional de localidad.

Un pueblo, una ciudad, un barrio, un municipio, una comuna son localidades, pero también lo son una vereda, una comunidad escolar, el radio de acción de un sindicato, la cohesión de grupos étnicos migrantes en una gran ciudad y dispersos en pequeños grupos, núcleos plurietnicos convivientes por la necesidad de compartir el espacio, por la defensa necesaria como grupos marginados, etc.

Es quizás por esta razón que la historia local ha tenido especial éxito en el estudio de la vida cotidiana; ha conseguido superar las historias tradicionales de la vida cotidiana que no pasaban de ser cuadros sincrónicos de costumbres o descripciones de salas de museo.

La historia local recupera la vida cotidiana como vida y, poniendo a los individuos en su realidad diacrónica activa, los presenta estableciendo relaciones con los otros individuos y va descubriendo acciones, actividades y conductas propias de las comunidades estudiadas, en ejercicio de una cotidianidad activa.

Nietzsche decía “Tan sólo en cuanto la historia está al servicio de la vida queremos servir a la historia.”

Esperamos que la actividad del día de hoy les sea de sumo provecho.

Gracias.

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